La capacidad humana de eliminar el calor de manera eficiente ha permitido a la humanidad extenderse por todos los continentes. Sin embargo, la combinación de valores altos de humedad y temperatura en un ambiente natural ha marcado siempre nuestro límite fisiológico de conquistar el planeta.
Según un reciente investigación científica, publicada en la revista especializada “Science Advances” (8 de mayo, 2020, DOI: 10.1126/sciadv.aaw1838) y desarrollada por un grupo de científicos del clima de EEUU y RU, valores de la temperatura del bulbo húmedo (la temperatura del aire en un ambiente saturado de humedad, TW)* entre 27°C y 35°C tienen graves impactos en la salud y la productividad. Superar el umbral de 35°C es nuestro natural límite fisiológico humano.
Los modelos climáticos proyectan las primeras ocurrencias de temperaturas del bulbo húmedo superiores 35°C para mediados del siglo XXI. Sin embargo, la evaluación exhaustiva de los datos de estación meteorológica muestra que en algunas localidades subtropicales y costeras ya han informado valores de temperatura del bulbo húmedo de 35°C.
Figura: La figura muestra el calor húmedo extremo (TW) registrado alguna vez en las estaciones meteorológicas, en el período 1979-2017, para estaciones con al menos un 50% de disponibilidad de datos durante este período. El tamaño del marcador es inversamente proporcional a la densidad de la estación. Nótese que ya se han registrado valores de calor húmedos superiores al límite fisiológico humano (puntos en rojo) en regiones del oeste de México, en el subtrópico central de Sudamérica, sur de Asia y costa del Este Medio (costas del Golfo Persa). [Créditos, Figura S1 de DOI: 10.1126/sciadv.aaw1838]
El estudio muestra también que el calor húmedo extremo en general ha aumentado más del doble en frecuencia desde 1979. En parte las recientes temperaturas superficiales del mar por encima de 35°C han sido las que proporcionan un soporte adicional a los valores peligrosamente altos de temperatura del bulbo húmedo.
Estos eventos de calor húmedo extremo están altamente localizados tanto en el espacio como en el tiempo. Es por ello por lo que los modelos climáticos subestiman sustancialmente estos valores. Estos resultados – destacan los investigadores- subrayan el serio desafío que plantea el calor húmedo, el cual resulta ser más intenso de lo que se conocía hasta ahora, y será cada vez más grave en las próximas décadas.
* El termómetro 🌡 tiene un bulbo en la parte inferior. Se lo envuelve con una muselina mojada, si el aire no está saturado comienza a evaporarse el agua, y el proceso produce absorción de calor, por tanto la temperatura que mide el termómetro baja un poco respecto a la que registraba sin muselina húmeda (bulbo seco). Así uno tiene para cada momento una temperatura de bulbo seco (la temperatura del aire propiamente) y la temperatura de bulbo húmedo (que es inferior o igual a la anterior). La diferencia entre uno y otro registro da información del contenido de humedad del aire. La temperatura de bulbo húmedo da información del calor y humedad contenido en la parcela de aire que se mide.
