El Papa Francisco creó en agosto 2016, tras un año del lanzamiento de la encíclica Laudato Si’, un nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Integral Humano. Este Dicasterio tiene como principal objetivo colaborar con el Papa en la misión de la Iglesia de “promover el desarrollo integral del hombre a la luz del Evangelio. Este desarrollo se lleva a cabo mediante el cuidado de los inconmensurables bienes de la justicia, la paz y la protección de la creación.” (Motu Proprio “Humanam Progressionem”, Papa Francisco).
Desde su puesta en marcha, el 1 de enero del 2017, el Dicasterio ha profundizado la doctrina social de la Iglesia en diálogo con todas las Iglesias locales (episcopados), instituciones católicas internacionales, y organizaciones de la sociedad civil inspiradas en el Evangelio, sobre temas relacionados con la justicia, La Paz y el cuidado de la creación.
En la práctica, Laudato Si’ es el documento eclesial articulador también del diálogo y las actividades desarrolladas fuera de la “catolicidad”, con organismos gubernamentales internacionales, como las Naciones Unidas, los Gobiernos e instituciones gubernamentales y sin fines de lucros de todo el mundo que encuentran en Laudato Si’ una base inspiradora del diálogo.
Ha sido en estos espacios de trabajo común donde la Santa Sede ha ponderado la fuerza inspiracional de Laudato Si’ en la sociedad global ante los desafíos urgentes que atraviesa la humanidad, como son el cambio climático, la brecha creciente entre ricos y pobres, y la migración, entre otros.
De este modo se ha tomado nota de la importancia de generar, además de proveer los valores motivadores para la acción que están en la encíclica, una praxis renovadora de las estructuras sociales, políticas y económicas que siguen rigiendo la sociedad. Es decir, dar impulso global a las intuiciones y prácticas que se han comenzado a desplegar poco a poco en la Iglesia y el mundo, en torno a poner en práctica efectivamente los valores de Laudato Si’ que ayudan a crear “un mundo más solidario, fraterno, pacífico y sostenible”.
Esta necesidad de dar impulso y visibilidad a la acción transformadora gradual y progresiva es lo que opera detrás de este Año Especial Aniversario, tras 5 años del lanzamiento de Laudato Si’. Y se celebra en un momento crucial para que todos empecemos “a pensar en el mundo que vendrá después de la COVID-19″, el cual necesitará un enfoque integral, “dado que todo está íntimamente relacionado, y los problemas actuales requieren una mirada que tenga en cuenta todos los factores de la crisis mundial”.
Es deseo de la Santa Sede a través de su Dicasterio que “durante este año y el decenio sucesivo” nos dispongamos “a vivir juntos una experiencia de verdadero Kairos que se traducirá en un tiempo de “Jubileo” para la Tierra, para la humanidad y para todas las criaturas de Dios.”